Habilidades para innovar en una empresa o emprendimiento
¿Deseas implementar la innovación en tu empresa o convertir tu idea de negocio en un emprendimiento exitoso a través de la innovación, pero no sabes cómo hacerlo o por dónde empezar?
Si continúas leyendo, en este artículo encontrarás algunos consejos que te orientarán en relación a como implementar este proceso en tu empresa o emprendimiento.
Vivimos en un mundo donde los avances tecnológicos y la creación de nuevos productos y servicios han modificado la forma en que vivimos, particularmente en los últimos dos siglos.
Esto se debe a la innovación que han introducido en el mundo muchas empresas y emprendimientos en casi todos los ámbitos de la vida de las personas.
En los últimos 30 años, tanto las personas como las empresas nos hemos acostumbrado a un mundo vertiginoso, que se ha transformado rápidamente pasando de lo físico o lo analógico o a lo digital.
Así, cada vez más requerimos de inmediatez y personalización en los servicios, productos o procesos para mejorar la calidad de vida de las personas y el funcionamiento, gestión y, en consecuencia, el éxito de las empresas.
Esta dinámica de la innovación, lleva a que muchas empresas se mantengan durante mucho tiempo siendo exitosas y como líderes de sus respectivos sectores.
Del mismo modo, algunas startups tienen éxito o surjan “de la nada”, con innovaciones disruptivas que impactan de manera importante a mercados existentes, hasta al punto de llegar a sustituirlos por mercados nuevos creados a partir de dichas innovaciones.
No obstante, esta misma dinámica también ha perjudicado a muchas empresas de distintos tamaños y antigüedad, hasta al punto de hacerlas desaparecer aún, siendo muy exitosas en su momento, como, por ejemplo, Kodak y Blockbuster.
Por tal motivo, toda empresa que pretenda hacer crecer su negocio y/o mantenerse exitosa en el tiempo y, toda startup que desee irrumpir con éxito en un sector determinado, debe incorporar como parte de su filosofía empresarial la innovación, de lo contrario corre el riesgo de perder cuotas de mercado importantes o incluso de desaparecer.
En este sentido, es importante entender que la filosofía empresarial empieza por los creadores de la empresa, los cuales deben tener ese espíritu innovador o mejor aún, como lo define Clayton Christensen en su famoso libro “El ADN del innovador”, las habilidades para innovar en una empresa o emprendimiento.
Ahora bien, la innovación puede originarse por casualidad o partir de un proceso estructurado para desarrollarla.
Pueden generarla personas de manera individual, emprendedores, organizaciones o empresas, partiendo de una necesidad propia, de un mercado, de la sociedad o de una organización o empresa, así como de la visión, el sueño o el propósito de vida de quien lleva a cabo una innovación.
En consecuencia, los creadores de una startup o empresa deben tener por naturaleza o incorporar en el proceso un propósito de vida y una visión a partir de dicho propósito, de manera que se convierta en la fuente continua de inspiración, creatividad y actitud para buscar, motivar e implementar en su equipo de trabajo una filosofía empresarial orientada a la innovación y basada en las habilidades para innovar en una empresa o emprendimiento, descritas en el “El ADN del innovador” y las cuales explicamos a continuación.
Habilidades clave para desarrollar la innovación
Según Christensen y los coautores del libro “El ADN del innovador”, existen cinco (05) habilidades para innovar en una empresa o emprendimiento que deben tener o adquirir los líderes de organizaciones innovadoras; asociar, cuestionar, observar, trabajar en red o networking y experimentar.
Cuestionar
Consiste en hacer preguntas constantemente que reten al sentido común y al status quo, a fin de encontrar, por ejemplo, distintas formas de hacer las cosas, de presentar o empaquetar productos, de lograr procesos más eficientes o de descubrir nuevos problemas o necesidades de los usuarios o consumidores.
Observar
Se refiere a observar constantemente las situaciones y el comportamiento típico y atípico de los clientes potenciales, aliados y la competencia, relacionados con el ciclo de compra de un producto o servicio, a fin de encontrar, por ejemplo, mejores formas de hacer las cosas o productos o servicios complementarios que permitan generar más valor a los clientes y a las empresas.
Trabajar en red o networking
Se trata de interactuar con frecuencia formal e informalmente con personas y empresas con distintas perspectivas, formas de pensar y actuar, tanto de su misma industria como de otras distintas, a fin de obtener visiones radicalmente diferentes de las cosas y generar ideas novedosas y muchas veces rompedoras del status quo.
Experimentar
Se refiere a la capacidad de experimentar por sí mismo muchas cosas, a fin de ponerse en el lugar de los clientes y a realizar procesos de ensayo y error, para lo cual existen distintas herramientas y metodologías orientadas a ser empáticos con los clientes y a aprender de los errores y “fracasos” obtenidos a través de prototipos o productos mínimo viables.
Asociar
Consiste en utilizar la creatividad, las cuatro (04) habilidades anteriores y todas las herramientas posibles para desarrollar ideas nuevas y distintas a partir de la conexión de los resultados obtenidos en los procesos de preguntas, observación, networking y experimentación.
Estas conexiones pueden ser incluso tomando en cuenta sectores, industrias o clientes no pertenecientes o no relacionados con el mercado en el que se desenvuelve una empresa o al que pretende ingresar una startup.
Según Christensen la innovación pasa por tres fases o etapas:
- La primera etapa tiene que ver con el coraje para innovar, es decir, con el valor y la audacia para atreverse a asumir el riesgo de ser diferente y en muchos casos desafiar al status quo.
- La segunda etapa implica la práctica continua de las primeras cuatro habilidades, en lo posible de manera disciplinada, hasta lograr que se transformen en una “segunda naturaleza”.
- La tercera etapa requiere de la quinta habilidad, es decir, del pensamiento asociativo para sintetizar conocimientos e información aparentemente sin relación alguna para crear la idea o ideas de negocio innovadoras.
Amigo(a) empresario(a) o emprendedor(a) si tienes o has conseguido las habilidades para innovar en una empresa o emprendimiento y, en consecuencia, has logrado tener un ADN emprendedor, has dado el primer paso para establecer una filosofía empresarial de innovación en tu organización.
- Para stimular la habilidad de preguntar puedes utilizar el cuestionario QCP (¿Qué?, ¿cómo? y ¿por qué?), el método de los 5 porqués (aunque es más para la resolución de problemas) o la preguntas ¿cómo podríamos hacer para …? ¿Qué pasaría si ….?
- Para estimular la observación puedes utilizar el método de la observación encubierta.
- Para estimular el networking puedes asistir a conferencias, a eventos de networking o ampliar las redes de contactos profesionales.
- Para estimular la experimentación puedes aplicar algunas de las metodologías ágiles para startups como el Desarrollo de clientes, Lean Startup o Running Lean.
- Para estimular la asociación puedes utilizar el mapa mental, el brainstorming o métodos como fuera dentro o saturar y agrupar.
Estos son solo ejemplos de algunas de las herramientas que puedes implementar en tu empresa para estimular la innovación, ya que hay infinidad de las mismas.
Es muy importante además complementarlo con metodologías cómo el Desing Thinking y su pensamiento de diseño, la Estrategia del Océano Azul para desarrollar nuevos mercados sin competencia y cualquier otro que consideres adecuado para tu organización.
Adicionalmente, cada empresa o emprendimiento debe definir si se va a enfocar en las innovaciones incrementales o en la innovación disruptiva, es decir, lo que el mismo Clayton Christensen llamó “El dilema de los innovadores”.
Esto es más complejo de lo que parece, ya que, en principio la lógica indica que las empresas se deben enfocar en llevar a cabo permanentemente los dos (02) tipos de innovación, pero hacerlo requiere de recursos importantes, que muchas veces no generan resultados positivos y tangibles en el corto o mediano plazo, sobre todo cuando se trata de la innovación disruptiva, debido a que parte del éxito de este tipo de innovación es el fracaso.
Por lo tanto, en nuestra opinión, lo recomendable es implementar ambos tipos de innovación, pero de manera inteligente y adecuada a las posibilidades de cada empresa o startup.
Así, la innovación incremental se puede desarrollar dentro de la organización, ya que, aunque requiere inversión en investigación y desarrollo, está orientada a clientes, mercados, productos, servicios y competencia conocidos, lo cual delimita de manera importante el universo de posibilidades a desarrollar, facilitando al mismo tiempo la prueba e implementación para convertir efectivamente en una innovación cualquier idea o desarrollo que se haya creado.
Es importante mientras trabajas en este tipo de innovación, que te mntengas al tanto del comportamiento del mercado de interés, ya que, eventualmente, llegará un momento en el tiempo, donde ya no tendrá sentido seguir innovando, lo cual puede ocurrir, por ejemplo, debido a la saturación del mercado, es decir a una oferta mayor a la demanda del mismo.
También puede ocurrir debido a una percepción del mercado de que cualquier “innovación” de lo existente ya no genera valor adicional.
De esta forma, podrás prever esta situación para dejar de invertir en la innovación incremental a tiempo y establecer estrategias que te permitan mantener tu negocio exitoso a pesar de esa situación.
Una de esas estrategias puede ser la inversión para el desarrollo de la innovación disruptiva, para lo cual consideramos que lo ideal es hacerlo de una de las siguientes formas:
- Aprovechar el acceso a la cantidad y cantidad de talento que se tiene en la actualidad en cualquier área del conocimiento en el mundo, gracias a las tecnologías digitales y a las nuevas formas de trabajo colaborativo como el crowdsourcing.
- Formar startups en las fronteras de las empresas (esto significa con supervisión, pero con un grado de independencia y autonomía importante) para dedicar una pequeña parte del personal con habilidades y competencias estratégicas y, con un bajo presupuesto a buscar innovaciones rompedoras e incluso a disrumpir a la misma empresa matriz.
Estas estrategias le permiten a una empresa desarrollar con una inversión menor, más y mejores innovaciones, pero requiere de modelos de gestión y control (ya existen) flexibles, dinámicos y adecuados para que:
- No se vuelva un proceso desorganizado y descontrolado.
- Para que no se presenten barreras organizacionales que retrasen, limiten o impidan el desarrollo y sobre todo la aplicación y materialización de innovaciones disruptivas.
También es posible contratar empresas especialistas en el área de innovación, no obstante, lo más importante en nuestra opinión, es que tomes consciencia de la relevancia de la innovación en tu empresa o emprendimiento y que a partir de esa visión, trabajes para internalizar la innovación en tu ADN y el de tu empresa.
Apoyándote en las habilidades para innovar en una empresa o emprendimiento y las herramientas y métodos existentes para aplicarla y gestionarla.
De manera que, logres que se convierta en una actitud, en una forma de pensar, de planificar, de resolver problemas y de hacer de tu negocio una organización dinámica, proactiva y enfocada en mejorar continuamente para generar cada vez más y mejor valor, para ella, los clientes, su entorno y la sociedad.
Para lograr esto, no necesitas ser una persona muy creativa, ya que, según algunas investigaciones, una tercera parte de nuestra creatividad proviene de nuestra genética, pero el resto, que representa un mayor porcentaje se puede aprender o desarrollar, es decir, que los innovadores no nacen, sino que se hacen.
Por consiguiente, si logras esto, tu organización puede desarrollar la “chispa creativa” en todo tu equipo y/o colaboradores externos y, si la gestionas correctamente, entonces puedes convertirla en una organización innovadora, independientemente de que sea una startup, una pequeña, mediana o gran empresa.
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